Buena parte de los practicantes de este antiguo sistema, cuando se refieren a él lo hacen denominándolo Taichi, olvidando así el término CHUAN. Sin embargo, si olvidamos y obviamos el significado de Chuan, estamos dejando este Arte en solo la mitad... Por poner un simple ejemplo,  sería como bailar tangos sin pareja ni música.

Desafortunadamente, el arte del Taichi Chuan es más conocido por la belleza de sus formas que por la aplicación de estas, por este motivo se crea una falsa idea sobre lo que es en realidad el Taichi Chuan....


Este arte marcial, cada vez más popular como técnica de integración corporal, presta especial atención a dos factores que potencian el bienestar físico y mental: la respiración y la concentración.

Movimientos lentos, ágiles y sinuosos, como si de un gato se tratase. Silencio, una expresión de profunda concentración y a la vez, de calma y serenidad, una atmósfera que llega a magnetizar al observador por su tranquilidad y concentración y, que induce a la paz interior...


La escuela Yang de Tai Chi Chuan tiene una “forma” de entrenamiento de a dos personas en el cual uno de los adversarios hace un movimiento de ataque, mientras que el otro responde con un movimiento defensivo, y así sucesivamente. A esta forma de entrenamiento se la denomina San Shou o “Dispersión de manos”...


Cuando uno se dice a sí misma “tengo que hacer ejercicio”, en realidad está relatando lo que significa para la mayoría el trabajo con el cuerpo. Esfuerzo. Y seguramente obligación.

Sin embargo, hay otras formas de entender el trabajo con el cuerpo que no pasan por agotadoras sesiones de gimnasio ni horarios fijos. Es el caso, por ejemplo, del Taichi...


Dentro del amplio bestiario de la cultura China hay ciertos animales que se han hecho más populares que otros, por sus características, leyendas, poderes o bien por que han estado fuertemente vinculados a determinadas escuelas o estilos de Kungfu. Incluso hay estilos que tienen su sentido y origen por el animal que representan (por ejemplo: Estilo de Mono)...


¿Es el hombre agresivo por naturaleza?, diría un etnólogo como Konrad Lorenz, tal como lo expone en su obra “On Aggression”, libro clásico sobre los argumentos de los instintos asesinos de la raza humana. No, diría un antropólogo como Ashley Monttagu, que escribió sobre la naturaleza pacífica de muchas tribus primitivas en su obra “Man and Aggression”...


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