De entre todos los elementos que aparecen en un altar tradicional chino, uno de ellos es la figura conocida por el dios de la Guerra o Kwan Ti, al cual se le atribuye la creación del arma Kwan Do, una de las armas más tradicionales del boxeo Chino. Un rasgo característico de esta figura es el color rojo de su rostro y el verde de sus vestiduras y como no, el arma que lleva en su mano derecha el Kwan Do.
Este personaje curioso de la mitología china en él que se mezcla la realidad y la leyenda a lo largo de los años, tiene su origen en la tradición oral. Esto sucede cuando las historias relacionadas con este personaje fascinaron a las gentes y se magnificaron sus relatos dándole proporciones casi sobrenaturales y como resultado de ellos se produce el fenómeno del endiosamiento.
Kwan Ti en realidad fue un famoso general de la época de los “Tres reinos combatientes” (220-280 d.C.) y su nombre correcto era el de Kwan Yu.
Nacido en Hsieh-Chou, provincia de Shantung. Llegó a ser general bajo el reinado de Liu Pei durante la dinastía Han, donde aparece registrado en los “anales de los tres reinos”. Se sabe que fue general en el reino de Shu-Han, el cual fue uno de los tres reinos que luchó por la soberanía sobre los otros reinos.
Kwan Yu murió cuando fue hecho prisionero por el general Hsun Chuan y ejecutado a la edad de 58 años. Cayó prisionero durante una emboscada en la cual las fuerzas de Kwan Yu batallaban contra las del reino de WEI los cuales, les habían sorprendido en un ataque por sorpresa.
De Kwan Yu se destaca su valor militar y estratégico que le hizo ganar el respeto y la admiración de muchas personas y militares de otras épocas. Así, después de su muerte a Kwan Yu se le otorgó el título de Duque, en el siglo XII, por su influencia por el bien de la nación. Los hechos protagonizados por Kwan Yu en las batallas en las que participó, se han descrito como importantes acciones militares, de la que destacaba su fuerza física y nobleza en el campo de batalla. Estos rasgos, con el tiempo le dieron una aureola casi sobrehumana.
Y fue el emperador Hui Tsung quien determinó que formara parte de la religión oficial en el año 1102, otorgándole el título de “Rey de la pacificación militar” y llegando a llamársele “Kwan Ti”.
Durante los primeros años de la Dinastía Ming, se escribió el romance de “Los tres reinos”, una novela histórica en la que aparece Kwan Yu como figura heroica; durante el reinado del emperador Shen Tsung (1573-1619), se le otorgó el título de “Justo gran emperador quien ayudado por el Cielo protegió el estado”. Quizás el título más extenso otorgado en China.
No acaba aquí los títulos recibidos por Kwan Yu, pues durante la dinastía Ching (1644-1912) se le renombró como “Dios Emperador Militar” o Wu Ti, que sería la romanización del título (WU militar y TI emperador) con el que hoy en día lo conocemos “Kwan Ti”.
Durante todos estos años proliferaron los templos en su honor, sobre todo en las ciudades importantes del reino y fue invocado principalmente por los militares y comerciantes dado que las cualidades o características giran en torno a su poder de protección, ejecución de castigos y de lucha.
Entre las gentes del país se cría que protegía de los demonios con solo invocarle. Y como cualquier otra deidad, algunas de sus cualidades humanas continúan sirviéndonos de inspiración en la lucha y consecución de los objetivos de forma noble y justa. Si tenemos cuestiones cruciales relacionadas con nuestro crecimiento personal, desarrollo interno o superación de problemas solo necesitamos tomar de ejemplo del dios Kwan Ti e invocar su poder.
Relacionado a las artes marciales chinas, el general Kwan Ti se le considera su patrón y es símbolo de la valentía, honradez y lealtad.
La mayor parte de los estilos tradicionales de Kung fu, tienen al menos una forma de movimientos del Kwan Do, como es el caso del Choy Li Fut. Manejar esta arma requiere de cierta habilidad pero sobre todo de fuerza física y coordinación.
Salvador Reyna