Por Sifu Sebastián González
Uno de los maestros más importantes del Tai Chi Chuan de nuestro tiempo, Cheng Man Ching, alumno de Yang Chen Fu, hizo una importante labor de difusión y divulgación del Tai-Chi-Chuan en Occidente a través de la enseñanza de su forma simplificada de 37 movimientos de la escuela de Yang y también gracias a la publicación de las enseñanzas orales que recibió de la familia Yang.
Cheng Man Ching recalcaba a sus alumnos que de los “12 Principios importantes del Tai-Chi-Chuan”, “Sung” (Relajar) y “Chen” (Hundir), son de gran importancia para la profundización y desarrollo de este Arte.
“SUNG” (RELAJAR)
La relajación es de vital importancia para mantener una buena salud física y mental; el sistema nervioso debe estar calmado y la mente serena para conseguir que la respiración se vuelva lenta y profunda. También es importante relajar la musculatura y las articulaciones para que éstas se vuelvan más flexibles y sensitivas, y conseguir así que la circulación de sangre (Xue) y energía (Chi) llegue mejor a las zonas movilizadas, abasteciendo y nutriendo todo el organismo de una manera armoniosa y continua.
Muchos son los ejemplos y metáforas relatados por los maestros para ilustrar cómo debe ser la relajación, por ejemplo: “tan sutil y ligero debe ser el movimiento que una pluma se sentirá por su peso, y tan libre y relajado que la mosca no se pueda posar sin poner el cuerpo en movimiento”. Estos y otros ejemplos referidos por los maestros de Tai-Chi-Chuan explican el nivel de relajación que debe haber en la práctica, los taoístas dicen al respecto que “lo duro y rígido es atributo de muerte, y lo blando y suave de vida”.
Para que los movimientos sean fluidos y armoniosos, debe haber una relajación profunda de todas las partes del cuerpo: si por el contrario el cuerpo está rígido o contraído, sólo se consiguen movimientos torpes y carentes de coordinación y armonía. También para conseguir que el “Ging” (fuerza externa) se manifieste poderosamente, debe haber relajación.
Se puede decir que este principio sirve para enseñar cómo lograr calma en acción y meditación en movimiento, es condición importante que “Sung” exista primero en la mente, para que luego se manifieste en el cuerpo, y a la inversa.
“CHEN” (HUNDIR)
Este principio hace referencia al Tan-T’ien, y de acuerdo con la teoría del Tai-Chi-Chuan uno debe respirar profundamente, despacio y serenamente para hacer que el Chi (energía) baje y habite en el Tan T’ien, si esto no se consigue, las piernas estarán ligeras, ya que el “Centro de Gravedad” quedará desplazado hacia arriba.
El Tan T’ien es el Centro de Gravedad del cuerpo, y también es el lugar donde reside la energía (Chi), por ello es muy importante tomas conciencia de este centro energético a través de “Chen” (Hundir): El cuerpo debe asentarse en esta zona para conseguir que los pies tomen raíces (se enraícen), para que así el cuerpo sea más estable y los pasos más equilibrados. Algunos maestros de Tai-Chi-Chuan ponen como ejemplo que si a un occidental se le empuja por la espalda, éste se desequilibra fácilmente; en cambio a los orientales (chinos, japoneses, etc.) es más difícil desestabilizarlos, ya que tienen más conciencia de ésta zona energética (Tan-T’ien o Hara), ya sea a través de las diferentes manifestaciones culturales como son: las Artes Marciales, la Ceremonia del Té, el Arreglo Floral, el Masaje, etc.
Resumiendo se puede decir que es importante desarrollar “Sung” (Relajar) y “Chen” (Hundir) para conseguir que el Tai-Chi-Chuan del principiante se vuelva más relajado y estable, y poder tener una base sólida para entrar en aspectos más complejos y profundos del Arte del Tai-Chi-Chuan.