Los sellos antiguos chinos se encuentran entre los objetos más perdurables de China, y cuyo uso se ha mantenido hasta la actualidad. Su función principal fue la de servir como símbolos de autoridad e identificación en la antigüedad, esenciales en la administración gubernamental, en los contratos entre funcionarios y el pueblo, en el seno de organizaciones civiles y en acuerdos personales. En aquellos tiempos, un contrato o acuerdo solo se consideraba válido una vez había sido sellado. Dado su amplio uso en la antigua China, las inscripciones que se encuentran en esos sellos han ofrecido una información muy valiosa sobre la sociedad de su tiempo.
Los sellos oficiales solían incluir nombres de lugares y/o nombres de agencias gubernamentales y funcionarios, lo que proporcionaban autenticidad y ha ayudado a corroborar los registros históricos de la época. Los sellos privados, por otro lado, registraban los nombres personales, lo que arroja luz sobre los orígenes de los apellidos y de las costumbres. Además de estas inscripciones, los sellos también han registrado inscripciones de aforismos y auspicios que reflejan los valores sociales de la época.
El tallado o gravado de los sellos era realizado principalmente por literatos chinos. Inicialmente, estos sellos, como he comentado anteriormente, se utilizaban para la identificación y autentificación de contratos o acuerdos, pero con el tiempo, el grabado de estos sellos evoluciono hasta convertirlos en objetos de valor artístico. Esta transformación de lo práctico al objeto artístico se completó en gran medida durante la dinastía Yuan (1206 – 1234). Antes de este período, los sellos se hacían típicamente de materiales duros como el cobre, el jade, el marfil y de cuerno de animales, que eran difíciles de tallar y, por lo tanto, requerían de la experiencia de artesanos especializados.
Aunque los literatos eran quienes podían diseñar sus propios sellos, el tallado de los sellos reales se dejaba en manos de hábiles artesanos. Hacia el final de la dinastía Yuan, hay registros de que Wang Mian (-1359) pudo tallar sus propios sellos en dolomita, una piedra más blanda con la que era más fácil trabajar.
El tallado de sellos por literatos comenzó a florecer a medida que aparecieron piedras más adecuadas para tallar, esto sucedió a mediados de la dinastía Mind (1368 y 1644), lo que dio lugar a una amplia gama de estilos que enriquecieron el legado de los sellos chinos.
A partir de entonces, los sellos tradicionales fueron embellecidos por diseños artísticos en su parte posterior, diseñando formas de puente, teja, nariz, pirámide truncada (fodou), tortugas, etc. Estas formas también son partes fundamentales en su diseño general.
Los materiales utilizados para crear sellos varían desde el oro, la plata, el bronce y el hierro, pasando por el jade, piedras preciosas, hueso, porcelana y madera. La elección de las formas y materiales refleja la intrincada interacción entre el sistema social, la moda y las preferencias individuales de diferentes períodos históricos.
Las impresiones de los sellos suelen presentar escrituras o imágenes en estilos de relieve (positivo o yang) o de grabado hueco (negativo o yin). Si bien las fuentes y formas de los sellos han evolucionado continuamente, la búsqueda del equilibrio y la belleza en la interacción del yin y el yang, el vacío y la sustancia, y la escritura y su significado siguen siendo fundamentales. La búsqueda constante en expresar un contenido y una idea ha permitido que los sellos chinos trasciendan sus funciones prácticas y evolucionen hacia una forma de filosofía y arte. Estas transformaciones han dado lugar hoy en día al “arte del tallado de sellos”, una disciplina oriental única que ha influido en las culturas de Japón, Corea, Vietnam y más allá, creando un legado incomparable en el mundo de los sellos.
El maestro de artes marciales internas Cheong Shing Tang, más coloquialmente como CS. Tang, además de ser un experto en sistemas como el Baguazhang, Taijiquan y Xingyi Quang, ha estudiado durante muchos años el arte del gravado de sellos, con los más prestigiosos maestros, como Fung Hong Hou (1901 - 1983) de quien es su pupilo y en la actualidad es se ha convertido en una autoridad en la materia, enseñando en seis universidades de Hong Kong el gravado de sello.
Sus sellos reflejan un equilibrio entre el arte y su significado, siendo muy valorados en el mercado. Ha publicado varios libros sobre esta materia en los que están recogidos sus trabajos artísticos y realiza exposiciones junto con sus alumnos en China, Hong Kong y Macao.