Según el Budismo, a través de escuchar las palabras correctas, la reflexión, la práctica de la compasión, del correcto conocimiento y de la correcta visión de las cosas, uno puede cultivarse y a la vez, llegar al cese de las impurezas que contaminan la mente y el cuerpo y a alcanzar la sabiduría, la paz y la felicidad interior.
Siguiendo el espíritu de Kwan Yin (Avalokitesvara) de infinita compasión y benevolencia en beneficio de la humanidad, el monasterio Tsz Shan organiza actividades para propagar el Dharma y mejorar el bienestar en los demás.
Realiza actividades como charlas, conferencias sobre el Dharma, prácticas espirituales de meditación, actividades educativas, servicios comunitarios y de un programa que incluyen actividades tales como la ceremonia del té, la ofrenda del agua, la caligrafía zen y la meditación caminando, para purificar los pensamientos en un entorno pacifico y espiritual.
La caligrafía Zen, consiste en dibujar o escribir el Sutra del corazón, en silencio y en una actitud de conciencia plena sobre cada trazo realizado. No es necesario conocer la lengua China completamente, pero si cómo funciona la caligrafía, la manare de coger el pincel, la posición de la espalda y el cuerpo para estar relajado y lo más importante, como concentrarse en la respiración y el trazo.
La meditación caminando en el monasterio Tsz Shan, se realiza a través de un sendero que rodea el monasterio, algunas partes esta cubierto en un pasillo agradable y otras, entre los jardines y arboles que hay alrededor, los arboles que hay en el jardín son del tipo “arboles del Bhoddy”, un tipo de árbol en el que meditaba Buda y donde alcanzo la iluminación según la tradición. El ejercicio es sencillo, simplemente caminando a un ritmo lento y deslizando los pies suavemente, parecido a la forma de desplazarse o caminar del Baguazhang o del Yiquan en el que los pies se deslizan planos al caer y se cambia el peso de una pierna a otra sin levantar los talones.
La ofrenda del agua a la estatua de Kwan Yin, es otra de las prácticas que combina la meditación caminando con el gesto de ofrecer agua, un elemento necesario para la vida. Para esta práctica, se utiliza un recipiente que se llena en una fuente de agua con una cuchara de madera, que permite sentir mejor el agua y su energía y se toca unas campanas que hay encima del agua para purificarla. Una vez lleno el recipiente, se camina lentamente, como he descrito anteriormente, alrededor del monasterio y por un camino que conduce a la estatua gigante de Kwan Yin, delante de esa estatua hay un recipiente mayor donde se deposita esa agua. Mientras se deposita el agua, se mantiene la mente relajada con una actitud de compasión y ofreciendo a todos los seres.
Y la ceremonia del té, es una forma ritualizada de preparar el té a través de sus utensilios y gestos para realzar "lo bello en medio de los hechos sórdidos de la vida cotidiana", así como de cultivar el refinamiento, la humildad, el control y la simplicidad "como camino hacia un encuentro del “aquí y ahora”, una actitud muy importante del Budismo Chan (Zen).
Pero todas estas actividades sin unas enseñanzas correctas de compasión, de amor y de acciones comunitarias de ayuda a la sociedad, harán que estas acciones queden vacías y no tengan un poder transformador y sean, como un traje limpio y elegante en el que muestran una apariencia bonita pero que ocultaran una realidad interior poco trabajada.
Por Sebastián González
